En un Lugar de la Mancha...

Estimados Lectores cuyos nombres no quiero acordarme:

Ayer mi papá me invitó al teatro. Es como ir al cine, sólo que en vez de Pop Corn hay ostiones y en vez de parejas de pololos efusivos, hay señores de la alta sociedad oligárquica abanicándose y haciendo chistes livianos sobre las primarias de la Concertación. En fin, el asunto que el lugar es muy lujoso, parece la capilla Sixtina, hasta estaba el Papa (no, esperen... era un tubérculo nada que ver), a mi me encantó porque nunca había ido. De hecho, no conozco a nadie que haya ido, así que espero que esta nota los motivo a gastarse la plata que pensaban gastarse en ese libro de García Márquez o en ir a ballet...

(...O en alcohol).

En fin, la obra era de esas donde la gente va normal caminando por la calle de lo mejor y derrepente les da un ataque epiléptico y se ponen a cantar. Como los guitarristas del Transantiago... Y hasta había una orquesta, con director con el palito de dirección y todo, hasta le saque una foto:

DENME AL MUCHACHOOOOO!!

En fin, yo no entendí mucho lo que pasaba porque al principio hubo rayos y disparos y después cambiaron al director por uno menos calvo... Bueno, me estoy saliendo de tema de nuevo, avisenme cuando lo haga. La historia era sobre el Quijote de la Mancha, aunque el escritor se tomó unas licencias en la historia: Ahora el Quijote era escocés y quería librar a su país de los ingleses (No, esperen... esa la vi el viernes). Al Quijote lo interpretaba el tipo del señor de la Querencia... Le fui a preguntar al final de la obra como había sobrevivido al final de la teleserie pero desapareció en un mar de llamas en un agujero en el suelo. En fin...

El señor de la Mancha

(Si, lo se... de ver de lo peor de lo peor que he puesto en esta taberna...)

La historia tiene su moraleja: Si es que estás buscando una buena paliza, tienes que hacerte pasar por un idiota de otro tiempo. Yo me pregunté que pasaría si yo anduviera vestido de soldado romano en medio del metro, y hasta pensé en escribir una nota al respecto, pero la verdad me dio una lata tremenda escribir algo totalmente absurdo en mi taberna (así que escribí la nota anterior que tiene todo el sentido del mundo).

Les recomiendo un 500% la obra, uno se ríe caleta y al final uno sale con ganas de puro ponerse a cantar las payasadas que se le vienen a la cabeza, hasta que llega el carabinero y te pasa una multa por contaminación acústica y se te acaba la gracia. Aunque quizás esa es la gracia de ser como el Quijote, que la gente te mira raro porque escribes notas en una taberna virtual donde el baño está tapado con spam, pero a ti te da lo mismo porque estás haciendo tu aporte al mundo.

Atentamente, Farfaramir

(Disculpen nuevamente por los retrasos... pero soy un hombre ocupado... Encontramos en el baño de la taberna un montón de copias de la película de Dragon Ball, y tuvimos que quemarlas antes de que quemaran nuestros ojos con su horripilancia).