Que Bonito es Santiago... Sigh...

Estimados lectores: El siguiente texto es solo un gran ironía, por lo tanto, todo lo dicho en él debe interpretado como lo contrario, es decir, sucedió al revés. A veces, es bueno ver como habría sido si todo hubiese sido inverso (o casi todo, no me malinterpreten xD). Oooh, que gran día tuve hoy. Me encanta levantarme a las 6:30 de la mañana para tomar el transantiago, ¡Que agradable sistema de transporte! Es genial como justo pasa el bus que necesitas. ¿La 401? Ahí viene, si total pasan cada 30 segundos así que los que se quejan son puros llorones... Las clases de pensamiento histórico son fantásticas, realmente he aprendido todo lo necesario para ser un profesional docto y diestro en mi disciplina. Es una clase donde es imposible si quiera pestañear por la profundidad de la materia... Ooh, Dios, que haríamos sin pensamiento histórico! Por supuesto, esta clase es tan profunda que da hambre, suerte que en los kioskos de la universidad no ejercen una tiranía desmedida y cobran los precios que deben ser. ¿Se imaginan que cobrarar 350 por unas ramas de queso? ¡Suerte que no sucede en mi universidad! Porque las universidades jamas usan monopolio para hacerse millonarias, nooo.

Santiago al mediodía.

En fin, una cosa que me encanta de Santiago es ese aroma delicioso en el aire. Dan ganas de llenar estanques con aquel perfume y venderlo en países subdesarrollados, como suiza o noruega donde los pobres niños no tienen ni siquiera para comprar un lap top. Pobres niños en Suiza, ojala pudieramos hacer algo por ellos. Y el metro. ¡Que comodidad! Es una suerte que la gente se guarde sus codos para ellos mismos porque o si no andariamos a codazos, y ¡Que incomodo sería! Pero no, el metro de Santiago es un antro de educación y moral... Me da mucho gusto la variedad de desodorantes que usan los caballeros, transforman el aire del metro en una especie de concierto de aromas. Ooh, casi olvidaba hacer una mensión especial para el clan de las buenas costumbres, los hinchas del Colo Colo, que aman a su equipo de todo corazón no porque sea una moda sino porque les gusta animar a sus jugadores, incluso en sus derrotas donde mandan hermosas cartas de aliento al plantel con hermosos vocablos como "¡Suerte en la proxima!", "Hicieron su mejor esfuerzo, sigan adelante!"... Y por supuesto, los jugadores le responden con un amplio vocabulario agradeciendo sus palabras, pero no es el tema. ¡Como respetan estos colocolinos las reglas de urbanidad! Cediendo asientos, dando abrazos y no empujones y respetando la propiedad privada. ¡Que suerte de nuevo, la 401 se demoro 30 segundos en venir de vuelta, y no 40 MALDITOS MINUTOS! Aunque no me hubiera importado total hoy corre una deliciosa brisa que mantiene la temperatura en un grado excelente y no nos recuerda el tormento del desierto de Atacama, que conveniente eso. Y que bueno es que te dejen justo en tu paradero, porque imaginense que no pararan en el tuyo porque eres el unico que se va a bajar y hay luz verde, sería una descortesía! Gracias conductores del metro por siempre ser tan amables y saludarnos con una sonrisa al llegar. No puedo esperar otro día para volver a salir a Santiago. Sigh...